Durante julio y agosto de 2012 subió la temperatura de la superficie del océano Pacífico tropical y se superaron los umbrales de un episodio débil de "El Niño", según se indica en el Boletín. No obstante, todavía no se han dado las condiciones atmosféricas (presión al nivel del mar, vientos alisios y nubosidad) características de "El Niño".
Es necesario que se produzca una respuesta atmosférica para que "El Niño" tenga repercusiones en el clima a escala mundial. Así pues, se considera que el sistema océano-atmósfera, en conjunto, permanece en un estado neutro (no se dan condiciones características de "El Niño" ni de "La Niña"), pero es “más probable que improbable” que el sistema tenga una respuesta acorde con "El Niño" a su debido tiempo.
Es importante tener en cuenta que "El Niño" y "La Niña" no son los únicos factores que condicionan las características climáticas a escala mundial. Las condiciones en el océano Índico y el océano Atlántico tropicales, por ejemplo, pueden influir de manera importante en las características climáticas de las zonas continentales del entorno.
Durante los próximos meses los expertos en predicción climática seguirán facilitando interpretaciones más detalladas de las fluctuaciones del clima regional, que comunicarán los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales.
El fenómeno de "El Niño" se debe a interacciones a gran escala entre el océano y la atmósfera. Se caracteriza por temperaturas inusualmente cálidas de la superficie del océano en la parte central y oriental del Pacífico tropical, mientras que, en esas mismas regiones, durante los episodios de "La Niña" se dan temperaturas inusualmente frías. Tanto "El Niño" como "La Niña" son fenómenos que tienen una gran influencia en el tiempo y el clima del mundo entero.
OMM